Vistas de página en total

viernes, 18 de enero de 2013

La vida esta acompañada de buenos momentos.

Nuestra historia es, como un proceso de varias etapas, cada una nos enseña algo, que hace crecer lo que tenemos, y pase lo que pase, al final siempre acabamos juntas.

No tenemos definición, lo somos todo, si una falta, todo se desmorona y no nos queda nada.


Con el tiempo comprendimos que nuestro destino se cruzó por algo, y lo hemos aprovechado al máximo, hemos tenido muchísimos momentazos, de todo un poco.

Desde días increíbles, inseparables, más felices que nunca, con esas típicas carcajadas que nos identifican, hasta días de lloros, de disgustos y malas caras, discusiones e insultos, pero nunca falta ese abrazo al final, que hace que todo lo anterior no signifique nada.
Nos hemos acostumbrado a nosotras, a nuestra manera de vivir, y tenemos claro que si nos lo cambian o nos la quitan, no sabríamos que hacer.


Pasaban los primeros meses de nuestra relación, y nos unimos tanto que nos complementamos , y no nos hacia falta nadie más.

Hasta que llegaron ellas, nuestras pequeñas, a las que queremos con locura, y de alguna forma, gracias a ellas también nos dimos cuenta de muchas cosas, aprendimos a echarnos de menos, y a comprender que nunca nos volverá a pasar con otra persona, lo que tenemos es tan especial, que es imposible que lo volvamos a sentir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario